jueves, 23 de abril de 2015

CREAR UN ANCLAJE


Con mucha facilidad podemos estar en el estado de ánimo que necesitamos, como estar en calma, tener alegría, sentirnos fuertes y creativos, etc.

1. Definir el estado de ánimo que deseamos vivir.
En función de nuestra necesidad actual, decidimos el estado de ánimo que más necesitamos: calma, seguridad, confianza en sí, éxito, cariño, etc.

2. Elegir el gesto que servirá de ancla.
Decidimos qué gesto nos va a servir de ancla. Tiene que ser discreto, nuevo para nosotros, y con una cierta fuerza muscular: presionar el pulgar y el meñique, presionar con la uña del índice una parte del pulgar,  presionar fuerte el puño,…
Este gesto tiene que ser muy claro (es necesario recordarlo exactamente), muy breve (de uno a dos segundos, no más), y no haber sido utilizado anteriormente.

3. Buscar tres recuerdos del estado de ánimo que hemos elegido.
Es muy bueno que el primero sea una vivencia de la infancia y que cada uno forme parte de un contexto distinto. El recuerdo no tiene que estar asociado a otra escena desagradable, porque en ese caso vamos a anclar lo agradable junto con lo desagradable…
Por ejemplo, para anclar el sentimiento de valor, podemos tener un recuerdo de la infancia de la primera vez que anduviste en bici solo  o sola. Después el recuerdo de un éxito en el colegio. Y como tercer recuerdo la última vez que triunfaste entre tus amigos con un plato de cocina…
Anota el nombre de cada recuerdo. Y para cada uno selecciona el instante de mayor potencia.

4. Para cada recuerdo se sigue la secuencia siguiente:
  • Cierras los ojos, te metes en el recuerdo como si lo estuvieras viviendo de nuevo, mirando lo que mirabas, escuchando lo que escuchabas y sintiendo lo que sentías.
  • Anclaje: en el momento en la que la sensación positiva está creciendo y a punto de alcanzar el máximo, realizas el anclaje o sea haces el gesto decidido anteriormente, siempre de la misma manera. Brevemente. No más de dos segundos.
  • Inmediatamente después abres los ojos y miras cualquier cosa o piensas en cualquier cosa. Se trata de distraer tu cerebro porque de este modo la grabación del anclaje es más profunda.
  • Comprobación del ancla: ahora con los ojos abiertos y sin pensar en nada, repites el ancla una vez, de la misma manera, con la misma brevedad. Si el ancla ha sido bien instalado, sentirás como el estado de ánimo buscado te está invadiendo.
Si no es el caso, repites la secuencia, dándote cuenta previamente en donde no has seguido el protocolo…

5. Puente al futuro: te imaginas dentro de unos días, en un  momento en que necesitarás este animo que acabas de anclar y te haces el anclaje, de la misma manera que antes, y muy brevemente, y esperas a percibir dentro tuyo un cambio con respecto a este futuro.
Si lo necesitas repites el anclaje hasta sentirte al máximo de vos mismo.

6. Recargar la batería: cuanto más se utiliza el anclaje, más potente es. En los primeros días utilízalo sin parar, es cuando toma su mayor fuerza. Y lo podrás disfrutar el resto de tu vida.



domingo, 12 de abril de 2015

ENSAYO MENTAL

Lo que hacemos en el mundo exterior tiene que suceder antes en el mundo interior. Es una forma de poner a prueba tus objetivos así como las actividades que deseas realizar y prepararte para su consecución. El entrenarte mentalmente hará que esos objetivos se vean como reales y ya conseguidos en tu pensamiento, de modo que luego puedan manifestarse en el mundo exterior.

No se trata de nada mágico,  ni va a reemplazar el esfuerzo y el trabajo que tendrás que hacer, pero es una excelente estrategia de autocontrol y visualización que te prepara mentalmente y te ayuda a gestionar tus emociones. Practicar el ensayo mental sin tomar acción probablemente no te de los resultados que buscas; pero es probable que el ensayo mental sí te pueda ayudar a tomar acción.

El ensayo mental o visualización es una de las estrategias de entrenamiento más poderosas. Es una técnica muy utilizada por deportistas de élite como parte de su entrenamiento. Y especialmente cuando se encuentran lesionados y no pueden entrenar físicamente.

Puedes utilizar esta técnica en cualquier faceta de tu vida: para preparar una entrevista de trabajo, hablar en público, mejorar la práctica de una habilidad o deporte.

Pasos para el ensayo mental:

1- Define tu objetivo. Visualízalo con detalle de manera que estés absolutamente seguro de lo quieres y de lo que tienes que hacer para alcanzarlo.

2- Relájate. Busca un ambiente tranquilo sin interrupciones. Puedes poner música de fondo. Visualízate a ti mismo haciendo la tarea o actividad exactamente como quieres hacerla. Es importante que te veas a ti mismo en una imagen mental disociada. Es decir, ahora no se trata de que te imagines a ti mismo haciendo realmente esa tareas, sino más bien de que seas el director de tu propia película, en la que tú eres también el protagonista.

3- Haz esta película tan perfecta como te resulte posible. Imagina tantos detalles como puedas: dónde estás, qué ropa llevas, quién está contigo, qué temperatura hace, qué sonidos te envuelven, etc. Utiliza todos tus sistemas de representación. Ve las imágenes con la mayor claridad posible, escucha los sonidos y siente los movimientos de tu cuerpo, incluido el equilibrio. Cuántos más detalles, más rico será el proceso.

4- Una vez que estés satisfecho imagina que lo haces realmente, esta vez como actor. Ve lo que verías si lo estuvieses haciendo. Escucha lo que oirías. Observa a las demás personas en la imagen y cómo reaccionan.

5- Si algo no te parece del todo bien, vuelve a la silla del director y haz los arreglos pertinentes.

6- Cuando estés completamente satisfecho de lo que ves, archívalo como si de un Dvd de tu colección privada se tratara. Podrás visionarlo siempre que quieras.

¡Que disfrutes de una estupenda semana!